No doy crédito, éste es todavía mejor. Lo tiene todo: el señor calvo, que mira hacia atrás, en busca de su juventud perdida, y cómo tira su mujer de él hacia delante; la mujer que duda frente al consumismo desenfrenado de las modas que le sale al paso en forma de carrito con camisetas; el desengaño del currito con guantes de pescadero que anda, sin ninguna prisa, arrastrando los pies;las heridas del desamor de la muchacha que se detiene a rascarse la rodilla; y la tiranía del dinero representada por la mujer que ahora se arrodilla a recoger las tristes modedas. La vida es un kiosko. ¡Viva Tomoto!
Anónimo, da la cara, no puedes decir semejantes tonterías refugiado en el anonimato. ¿Te ha aburrido? ¡Claro! y a mí, pero ése no es argumento, ¡Aquí estamos hablando de trascendencia!
Ya que lo pregunta, mi nombre es Salvador Hernández del Campo, profesor titular de Teoría de la Comunicación en la Universidad de Wichita, y tengo que decir que las intenciones son buenas, pero no el resultado. Lo digo y lo mantengo: me he aburrido.
Señor Hernández del Campo -si es así como de verdad se llama-, no me impresionan los títulos ni los apellidos compuestos. Sigue usted sin aportar un solo argumento.
No doy crédito, éste es todavía mejor. Lo tiene todo: el señor calvo, que mira hacia atrás, en busca de su juventud perdida, y cómo tira su mujer de él hacia delante; la mujer que duda frente al consumismo desenfrenado de las modas que le sale al paso en forma de carrito con camisetas; el desengaño del currito con guantes de pescadero que anda, sin ninguna prisa, arrastrando los pies;las heridas del desamor de la muchacha que se detiene a rascarse la rodilla; y la tiranía del dinero representada por la mujer que ahora se arrodilla a recoger las tristes modedas. La vida es un kiosko. ¡Viva Tomoto!
ResponderEliminarA mí me ha aburrido un poco.
ResponderEliminarAnónimo, da la cara, no puedes decir semejantes tonterías refugiado en el anonimato. ¿Te ha aburrido? ¡Claro! y a mí, pero ése no es argumento, ¡Aquí estamos hablando de trascendencia!
ResponderEliminarYa que lo pregunta, mi nombre es Salvador Hernández del Campo, profesor titular de Teoría de la Comunicación en la Universidad de Wichita, y tengo que decir que las intenciones son buenas, pero no el resultado. Lo digo y lo mantengo: me he aburrido.
ResponderEliminarSeñor Hernández del Campo -si es así como de verdad se llama-, no me impresionan los títulos ni los apellidos compuestos. Sigue usted sin aportar un solo argumento.
ResponderEliminarNo tengo por qué rebajarme a discutir con un tipejo de apodo ridículo. Buenas tardes.
ResponderEliminarYa está bien. No creamos la Nouvelle Wagen para esto, una cosa es discutir y otra cosa es insultarse.
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